La disfonía es causada por un problema en las cuerdas vocales u otras partes de la laringe, órgano que nos permite el habla. Algunas de las causas pueden ser consideradas menores ( no ponen al paciente en riesgo de vida) pero aún así afectar el rendimiento laboral y la comunicación Otras causas son más graves debiendo actuar en estas en forma aún más precoz.
Causas menores
- Uso excesivo o mal uso de la voz
- Inflamación de la laringe o laringitis
- Tos crónica
- Reflujo gastroesofágico
Causas mayores
- Cáncer de laringe o lesiones precursoras de esta enfermedad ( el consumo de tabaco es el factor de riesgo más conocido)
- Parálisis cordal
- Debilidad generalizada por presencia de otras enfermedades
- Cuerpos extraño en vía aérea
En Argentina, la ley considera la disfonía como enfermedad profesional en algunas situaciones (ley 24557 – Riesgo del Trabajo), es decir, que se produce a causa de la exposición de la persona en su ambiente laboral ( docentes principalmente) . Como la aparición de la disfonía en estos casos particulares suele ser progresiva, las personas se van adaptando a las modificaciones de su voz pudiendo llegar a la consulta con casos más severos y dificultando esto el tratamiento.
Es importante en todos los casos el diagnóstico temprano ya que esto permite que el tratamiento instaurado sea más efectivo. El diagnóstico depende de una correcta evaluación Otorrinolaringológica y de exámenes endoscópicos llamados videorinofibrolaringoscopia y estroboscopia laríngea. Ambos estudios pueden ser realizados en consultorio externo y son útiles también para el seguimiento y la evaluación del tratamiento.
Otro eje importante en el diagnóstico es la fonoaudiología que también es el pilar en la mayoría de los tratamientos.
¿Cuándo es necesario realizar una consulta especializada?
Toda disfonía que no desaparezca luego de 15 días o que que aparezca en forma repentina y sea muy importante debe ser evaluada por un profesional. También debe realizar una consulta si presenta síntomas precursores como cansancio vocal que se mantengan en el tiempo. La no consulta temprana puede generar cambios en la voz que luego, dependiendo de la causa, podrían no ser reversibles.